
La carencia de diagnósticos fiables y eficaces en las zonas más empobrecidas del planeta, como en Gambia, dificulta la detección temprana de las enfermedades infecciosas que, junto con la falta de infraestructuras sanitarias y terapéuticas adecuadas, contribuyen negativamente al control y/o eliminación de las infecciones prevalentes. Los programas de control de enfermedades infecciosas endémicas aún luchan contra muchos brotes sin el apoyo adecuado de sistemas que sean sencillos, transportables, múltiples y económicos. Además, en los países en vías de desarrollo la disponibilidad de personal sanitario, tanto de enfermería, como de técnicos de laboratorio y de médicos que puedan tomar decisiones, obtener las muestras adecuadas e interpretar resultados diagnósticos de enfermedades infecciosas, es escasa.
Por tanto, es evidente la necesidad de fortalecer esta capacidad en muchas regiones para impulsar y reformular el formato del diagnóstico como línea de defensa frente a las enfermedades infecciosas asociadas a la pobreza y que la mayoría de ellas cursan con fiebre casi como único síntoma detectable.